Considerado como el país con el mayor mercado mundial de marfil en el mundo, en China se llevó a cabo la destrucción más importante de objetos de este material nunca antes vista.

 

Después de que varias agrupaciones defensoras de animales han expresado su preocupación por la creciente matanza de elefantes y rinocerontes para obtener marfil, así como de la obtención de artículos por parte de la clase media por considerarlos un símbolo de estatus, las autoridades chinas decidieron triturar al menos 6.1 toneladas de piezas, entre adornos, tallas y colmillos; frente a reporteros y ecologistas. Incluso, los colmillos fueron cortados en pedazos con sierras circulares antes de ser pulverizados.

 

Según funcionarios, esta es la primera destrucción de marfil a gran escala en Dongguan, en la sureña provincia de Guangdong, China, donde se centra la mayor parte del comercio de marfil del país.

 

Datos oficiales indican que el kilogramo de marfil puede llegar a valer hasta dos mil dólares en el mercado negro, lo que le ha valido el nombre de “oro blanco”.